Algunos principios para el desarrollo de buenas prácticas pedagógicas con las TICs en el aula

Este texto redactado por Manuel Area Moreira, profesor de la Universidad de La Laguna nos expone alguno de los principios para el desarrollo de las buenas prácticas pedagógicas con las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en el aula. Como ya sabemos y como bien dice Manuel Area hace una década la principal preocupación de los docentes expertos y responsables de la administración educativa con relación a las TICs consistía en reclamar y en propiciar que estas estuvieran disponibles en los centros y en las aulas, pero la escasez de los ordenadores e infraestructuras telemáticas existentes en los colegios era un obstáculo que impedía la puesta en marcha de proyectos educativos basados en la utilización de la tecnología digital. Debemos reconocer el importante esfuerzo presupuestario que y de políticas educativas que están desarrollando las comunidades autónomas actualmente dirigido a lograr que las computadoras empiecen a ser un elemento habitual de a escenografía escolar, pero es indudable que en los últimos años la mayoría de los centros educativos, sobre todo en la educación secundaria, han visto incrementados enormemente el número de computadoras disponibles y de la conexión a Internet. También se han desarrollado cursos de formación al profesorado destinado a capacitarlos para el uso de dichos recursos digitales. Además el apoyo del Ministerio de Educación y Ciencia produjo la incorporación de las TICs al sistema escolar a través del portal educativo CNICE (Centro Nacional de la Información y Comunicación). A pesar de los informes nacionales que demuestran la mejora en la dotación de recursos e infraestructuras tecnológicas en las escuelas españolas, los profesores sienten cierta desmotivación hacia el uso de los TICs en la enseñanza. En consecuencia al porcentaje notorio de los centros educativos de nuestro país que tienen conexión a Internet y disponen de aulas específicas para organizar tareas escolares con las TICs, el autor de este documento piensa que el principal problema para desarrollar prácticas pedagógicas con tecnologías ya no es el limitado número de recursos e infraestructuras tecnológicas disponibles en las escuelas, sino otras causas de naturaleza más psicoeducativa y curricular, que técnica. Manuel Area expone que la tecnología informática por sí misma no genera aprendizaje de forma espontánea, sino que depende de los fines educativos, de los métodos didácticos y de las actividades que realizan los alumnos con los ordenadores en el aula. El alumno aprenderá si el docente le plantea actividades que tiene que resolver empleando para ello la tecnología. Las buenas prácticas de enseñanza con ordenadores en el aula necesitan entonces principios educativos de referencia. Estos principios son: ser conscientes de que los ordenadores “per se” no generan una mejora sobre la enseñanza y el aprendizaje, pues los efectos pedagógicos de las TICs no dependen de las características de la tecnología o software informático utilizado, sino de las tareas que se demandan que realice el alumno, del entorno social y organizativo de la clase, de la metodología implantada y del tipo de interacción comunicativa que se establece entre el alumnado y el profesor durante el proceso de aprendizaje; hemos de indicar que las TICs deberían ser utilizadas para la organización y desarrollo de procesos de aprendizaje de naturaleza socioconstructivista, ya que la tecnología no debe ser el centro de los procesos de enseñanza, sino un elemento mediador entre el conocimiento que debe construirse y la actividad que debe realizar el alumnado; la tecnología informática permite manipular, almacenar, distribuir y recuperar con gran facilidad y rapidez grandes volúmenes de información y además, las tecnologías digitales son poderosos recursos para la comunicación entre sujetos que se encuentren distantes geográficamente. A modo de un decálogo para planificar buenas prácticas docentes con tecnologías podemos derivar de un conjunto de recomendaciones que sirvan como criterios-guía para el uso con las tecnologías en las prácticas de aula: -Lo relevante debe ser siempre lo educativo, no lo tecnológico. -El profesor debe ser consciente de que las TICs no tienen efectos mágicos sobre el aprendizaje ni generan automáticamente innovación educativa. - Es el método junto con las actividades planificadas las que promueven un tipo de aprendizaje u otro. Con un método de enseñanza constructivista, las TICs facilitan un proceso de aprendizaje por descubierto. -Debemos organizar en el aula experiencias de trabajo para que el alumnado desarrolle tareas con las TICs de naturaleza diversa como pueden ser el buscar datos, comunicarse con otras personas, oír música, ver videos, resolver problemas, realizar debates virtuales, trabajar en equipo, etc. -Debemos propiciar que el alumnado desarrolle con las TICs tareas tanto de naturaleza intelectual como de interacción social. -Las TICs deben ser utilizadas tanto para el trabajo individual de cada alumno como para el desarrollo de procesos de aprendizaje colaborativo entre grupos de alumnos tanto presencial como virtualmente. Una de las metas más relevantes consiste en ayudar al alumnado a reconstruir y dar significado a la multitud de información que obtiene extraescolarmente en los múltiples medios de comunicación de la sociedad del S.XXI y desarrollar las competencias para utilizar de forma inteligente, crítica y ética de la información. En definitiva, La planificación de actividades con tecnologías no puede realizarse de modo espontáneo y azaroso, sino que debe partir de un modelo educativo. La metodología de enseñanza debe estimular en el alumnado la búsqueda de nuevas informaciones a través de variadas fuentes y tecnologías. Además, los TICs posibilitan el desarrollo y puesta en práctica de distintas tareas de aprendizaje de naturaleza diversa.